Nuestros orígenes se remontan a la década de los sesenta, cuando en 1966 se crea Pesquera Yadran, una compañía chilena que nace en la Patagonia, un lugar ubicado al fin del mundo en el extremo sur de América, donde levantamos un proyecto innovador. Dos décadas después y luego de avanzar en el desarrollo de los procesos de la acuicultura, nos convertimos en una de las compañías pioneras en el cultivo y procesamiento de salmonídeos en Chile.
Creciendo año a año, en 2002 alcanzamos una producción en agua de mar de 6.400 toneladas y nuestra piscicultura de agua dulce logra producir 1.880 millones de smolts.
En 2005, pusimos en marcha nuestra nueva planta de procesos ubicada en Quellón, en el archipiélago de Chiloé. Ésta, cuenta con tecnología de última generación que permite una eficiente optimización de la programación productiva, logrando ofrecer un producto terminado en tan sólo 3,5 horas desde su salida del agua. De esta manera, se da un salto importante en la elaboración de un salmón con valor agregado, así como también en la flexibilidad para desarrollar productos a la medida de nuestros clientes.
En 2006 y 2007 logramos una producción superior a las 17.000 toneladas, operando en concesiones aisladas con influencia oceánica, lo que permite un crecimiento sostenido y consolidado, sobrellevando con determinación las diferentes dificultades y desafíos a los cuales se enfrenta la industria local en la siguiente década.
A partir de 2016, decidimos dedicar nuestra actividad exclusivamente a la venta y producción de salmón Atlántico, consolidando la productividad y disminuyendo costos, situándonos dentro del rango de 25.000 a 30.000 toneladas cosechadas anuales y proyectando así un futuro auspicioso como actores importantes dentro del mercado global.
El 2019 es el tercer año consecutivo en que la empresa alcanza un récord de productividad anual. Junto con esto logramos una reducción histórica del uso de antibióticos en los peces.
Es así como al día de hoy, contamos con concesiones de excelente calidad, una moderna planta de procesos estratégicamente ubicada, un equipo de trabajo de primera categoría y el convencimiento de que nuestra gestión está correctamente orientada con un propósito para lograr los mejores resultados.